Barbanza, 27 de julio de 2012. El año pasado durante algunos fines de semana de julio y agosto realizaron, desde la Asociación Protectora de Animales “Moura”, una campaña bajo el nombre de “Sacrificio Cero”. El objetivo era y es que las instalaciones de la perrera de Ribeira cuya gestión el Ayuntamiento cedió a la empresa “SERVIGAL“, dejase de sacrificar perros y buscase fórmulas más compasivas, promocionando las adopciones y mejorando sustancialmente las condiciones de vida de los animales que allí se alojan, incorporando, por ejemplo, espacios para poder correr o programando paseos ocasionales para los perros que permanecen continuamente encerrados en jaulas.
"Durante la campaña nos sorprendió el hecho de que la inmensa mayoría de la gente ignorase que los animales que entran en las instalaciones de muchas perreras gestionadas por empresas privadas (y la de nuestra localidad no es una excepción), tienen una vida media de 20 días (plazo mínimo que marca la ley para proceder a su sacrificio), a menos que encuentre un adoptante, algo realmente complicado, sobre todo para los perros adultos, cuando ni siquiera promueven su adopción", explican en nota de prensa los organizadores de esta campaña.
Animales tratados como basura
En el tema de las perreras, generalmente los municipios actúan de la misma forma que lo hacen con la basura. El mecanismo es idéntico. El ayuntamiento otorga a una empresa determinada la concesión para retirar los residuos sólidos y así, lo que debiera ser un cometido municipal pasa a manos privadas, con lo que el equipo de gobierno local se libra de la responsabilidad directa por una mala gestión. "Pues bien, este sistema es el mismo que se aplica con las perreras. Cuando un ciudadano llama a la Policía Local o a Protección Civil preocupándose por un perro abandonado, el mecanismo que activa va a suponer, casi con toda probabilidad, la muerte de ese animal. Esto se debe a que el criterio empresarial que prima es el de la rentabilidad. Un animal requiere ser alimentado y necesita, utilizando un lenguaje empresarial, unas condiciones mínimamente dignas de “almacenaje” y ocasionalmente, atención médica. En definitiva que el negocio es el negocio, así que a los animales en lugar de ir, como los muebles o electrodomésticos viejos, a una planta de reciclaje, se les aplica el gas o la inyección letal, y acaban en la incineradora. Su crimen muchas veces fue simplemente crecer, otras hacerse viejo o dejar de servir para la caza. Esto es lo que ahora muchos ayuntamientos hacen con los animales. Y en este caso Ribeira, responsable de las instalaciones, lamentablemente forma parte de este grupo, si bien es cierto que es un contrato firmado por el anterior gobierno local y en el que la actual Corporación, de momento, no se ha pronunciado al respecto. De hecho, en la conversación que mantuvimos poco antes de las elecciones municipales con el ahora alcalde, D. Manuel Ruíz Rivas, éste mostró su preocupación por el actual sistema de sacrificios, comprometiéndose a valorar una nueva solución cuando el contrato con la empresa Servigal finalizase, cosa que está a punto de suceder", argumentan.
Casi tres mil apoyos
"Por eso creemos que este es el momento de presentar las firmas recogidas durante aquellos días. En realidad nos centramos en los ayuntamientos de Ribeira y Boiro que eran los que tenían en aquel momento algún tipo de acuerdo con la empresa SERVIGAL. La intención de la campaña era no sólo recoger firmas sino también informar sobre el funcionamiento general de las perreras. Se recogieron casi 1400 firmas en Ribeira y otras tantas en Boiro. Para aquellos que no lo consideren una cifra representativa hay que recalcar que en la campaña participaron apenas media docena de personas, se realizó únicamente durante 5 fines de semana, recogiendo firmas sólo por la mañana y exclusivamente en el casco urbano de ambas ciudades. De las casi 3000 personas a las que se le solicitó la firma podemos decir que el número de individuos que se negó a firmar fue muy inferior al 1%, quizás podríamos incluso citar una cifra aproximada inferior a la docena de personas. Esto deja bien claro cuál es el sentir de los vecinos de nuestra comarca", puntualizan los organizadores de "Sacrificio Cero".
Actualmente el Ayuntamiento de A Pobra ha formalizado también un trato con la perrera de Ribeira y la intención, al parecer, es que cubra un ámbito comarcal lo que supondría, en caso de ser gestionada por una empresa privada, la muerte de miles de perros.
"Tanto desde Vox Ánima como desde la Protectora Moura esperamos que la Corporación Municipal de Ribeira, presidida por el alcalde D. Manuel Ruíz Rivas tenga a bien considerar todo lo expuesto anteriormente y se decida a permitir que la Protectora Moura u otra Protectora de Animales pase a gestionar las instalaciones de Ribeira. Se procede a la entrega de firmas en los registros de los ayuntamientos de Boiro y Ribeira en este sentido, hoy viernes 27 de julio de 2012", finalizan.
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