Original en inglés con subtítulos alemanes:
Traducido por K. Rainer Birk
Traducción revisada y corregida por María Below"Últimamente he tenido que leer mucha crítica* en la prensa referente a mi ateísmo intolerante, como si ello fuera algo negativo.
*(verbalmente: mucho gimotear y aullar)
Al parecer, la religión puede repartir golpes sin límites, sin embargo, recibirlos no lo soporta de ningún modo. Pareciera uno de esos matones callejeros que llama a la policía cuando recibe de sus víctimas un contraataque. Ateísmo agresivo es en realidad un ateísmo defensivo, pues justo en la actualidad no hay nada más agresivo que la política de la religión. Ser ateo o seguidor del secularismo hoy en día, no es simplemente una cuestión de no actuar, sino más bien una cuestión de activa defensa propia. Yo diría, por lo tanto, que la religión merece cualquier tipo de palabras ofensivas y mucho más. Además, soy de la opinión que no es posible ser demasiado agresivo cuando se trata de defender la libertad de expresión, la cual por supuesto es absolutamente sagrada, como todos sabemos, mucho más sagrada que cualquier dios, cualquier profeta o lo que las sagradas escrituras pudiesen ser, tanto hoy, como en el futuro hasta el final de los tiempos o de la eternidad, dependiendo de cuál de las dos dure más.
Manifestación contra la visita del Papa en Santiago. Foto: Alberto Besada La gente dice a veces: "¿Sabes que eres exactamente tan intolerante como la gente que tú criticas?". ¿De veras? ¡Lo espero, porque hace falta que alguien sea así! Hay algunos aspectos que los puedo considerar solamente con absoluta intolerancia y no hay ninguna razón para negarlo. Veamos: tenemos misoginia y sexismo. Contra éstos soy extremamente intolerante. Espero que esto no ofenda a nadie. ¿Racismo, antisemitismo? De ningún modo, temo que para esto no exista ninguna tolerancia. Lo siento mucho.
¿Homofobia quizás? ¡Aquí se encontrará tolerancia cero!¡Sí que tengo problemas! ¿Cierto? ¿Y qué sucede con la crueldad que se comete contra los animales? Nuevamente: tolerancia cero. Pero prepárese, esto todavía no es ni la mitad. No solo soy abierta y descaradamente intolerante frente a todos estos hechos, pero si se usa la religión como excusa para cometer alguno de ellos, entonces temo que mis palabras sean agresivamente hostiles. Además no pido que me disculpen por ello, porque no siento la necesidad de pedir disculpas y tú tampoco las tienes que pedir. Se dice que yo debería respetar más el sentimiento de la gente. Está bien, pero ¿dónde queda el respeto a lo que yo pueda sentir? ¿Qué sucede con el sentimiento de asco, que me invade, siempre que pienso en el dios del desierto, los pensamientos horrorosos que él infunde y los hechos espantosos que él manda perpetrar? Este dios es el satanás del que me ocupo. Cuando escucho su nombre huelo azufre. Cuando escucho sus palabras huelo la muerte. Veo que su sucia religión ha contaminado ampliamente este mundo en el que tengo que vivir, mucho más que cualquier combustible fósil hubiese podido hacerlo. Y puedo ver que todo lo que viene de este dios fue diseñado con el fin de envenenar nuestra experiencia en la tierra y no para mejorarla. Para mantenernos bajo el miedo, para reprimir los conocimientos, para restringir libertad y creatividad y para celebrar la muerte. Religión es nada más que el atontamiento sancionado de la especie humana. Demandar respeto por eso es - por decirlo abiertamente - un insulto, que merece ser replicado con amplio interés. La religión no merece respeto alguno porque:
- Ella no ofrece respeto a nada
- No ofrece ningún fundamento a lo que dice
- Pruebas no son del beneplácito de la religión, porque apartan al humano de la necesidad de creer, de tener fe y así toda esta falsa virtud de la fe sería desperdiciada
- La creencia religiosa es una de las tres falsas virtudes. Las otras son piedad y pretensión de superioridad o fariseísmo. No es una trinidad sino más bien tres hermanas feas.
Y todo esto por sí mismo sería bastante feo, pero gracias a la inmunidad que le concedemos permanentemente a la falsa virtud de la fe, la religión está completamente fuera de todo control. Ya tiene sus manos puestas en el cuello de las Naciones Unidas y promueve la creación de una ley a nivel mundial contra la blasfemia, para proteger a la gente contra palabras, que podrían excavar su minúsculo espíritu que se quedó en la Edad de Piedra. Todo el concepto de la blasfemia es una ilustración perfecta de la inmadurez cobarde de la mente religiosa y del vacío de la religión misma. Si la religión contuviese alguna verdad, podría ser ridiculizada, insultada y hasta ser profanada sin debilitarla de manera alguna. Su verdad brillaría inalterable, inmaculada. Ella haría que aquellos que la abusaron se callen de vergüenza. Pero así no están las cosas.
Manifestación contra la visita del Papa en Santiago. Foto: Alberto Besada La religión es irritante, es intolerante, ella es ultra-defensiva justo porque es vulnerable. Todo es fachada y sin base alguna. Ella tuvo miles de años para proveer argumentos, y todo lo que ha producido ha sido sofistería, violencia y una moralidad de la cual una serpiente cascabel se avergonzaría. Y ninguna palabrería y ninguna patraña de sacerdotes puede disfrazar la simple y cruda realidad: que detrás de ello no hay nada. La única verdad que tiene la religión es que es equívoca. Su pretensión de pertenecer a la ciencia es ridícula. Ni siquiera posee un saber a bajo nivel. Ninguna de sus absurdas afirmaciones sobre la realidad tendrían un mínimo de posibilidad de ser aceptadas ante un tribunal y ya es hora de dejar de tratarla como si ella en realidad tuviera esta aceptación.
Eso es todo lo que decimos y todo lo que cuestionamos. Y aquellos que piensan que eso es demasiado agresivo, saben lo que pueden hacer con ellos mismos. Y si no lo saben, se lo diría yo con mucho gusto.Paz: idea loca, tiempos locos.
Pat Condell, en Wikipedia
Nota de Certo: Artículo reproducido con el consentimiento por escrito del autor, Pat Condell,
y traducido del inglés por el alemán con residencia en Boiro Karl Rainer con ayuda de María Below.
y traducido del inglés por el alemán con residencia en Boiro Karl Rainer con ayuda de María Below.
Posted via email from Certo.gl, o xornal dixital de Barbanza e Noia
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