He esperado a que los que esgrimen razones lógicas en contra expresasen sus realidades, las cuales respeto y, en tiempos de crisis, más si cabe, pero no comparto. Se hace necesario economizar, pero existen lo que se llaman inversiones de futuro y que desde el punto de vista terrenal son difíciles de justificar y que incluso me pasa a mi, con lo que soy y lo que hago: ya se sabe de la inutilidad del arte.
Cuando me enteré os dije que leyéseis sobre la categoría de esta persona y, como siempre, caso omiso. Por lo que habéis escrito, habéis estado ahogándoos en vuestras realidades y problemas cotidianos, por los que se debe luchar todo el año y no sólo ante estas noticias.
Imaxes en Flickr de RossGeography
Vienen en autobuses como a Lourdes para ver una pequeña muestra y rendir así pleitesía al maestro, ¿apaga y vete, tú!
No os equivocáis en lo literal, pero sí en lo literario. Los telediarios y los periódicos son para informar, pero no para formar, sólo reflejan una parte y hay que saber leer la parte que no asoma. Gramática y literatura se complementan.
No son comparables los grandes contenedores arquitectónicos a los que nos han querido acostumbrar. Guggenheimpor ahora sólo hay uno y ha tenido que ver una visión de futuro que se remonta a las vanguardias del siglo XX y sabiendo lo que iría dentro. En el faraónico Gaiás, creo que no y siguen proliferando como setas. En el caso que tratamos, unas oficinas, prácticas y quizás un piso más: por su categoría démosle una oportunidad al maestro.
Que la sabiduría y la magia se entremezclen y forjen nuevas realidades y que vengan autobuses.
Parece que lo terrenal en esta cuestión ha ganado. Os felicito, parece que convencéis y os victoreáis unos a otros e incluso en un arrebato de pasión proclamábais: ¡Que lo haga uno de Ribeira! Vosotros, que vivís ahí, mostradme a uno sólo capaz y a la altura de las circunstancias.
Por favor Mr Chipperfield y Don Manuel: seguid adelante.
Gonzalo Sarasquete
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