- La exposición se inaugura el 3 de diciembre y permanecerá abierta hasta el 28 de febrero de 2012
Grabados de Dalí del Museo del Grabado de Artes fueron cedidos el año pasado para una exposición en Mérida, México
Ribeira, 24 de noviembre de 2012. El Museo del grabado de Artes presenta los “Caprichos de Dalí”, comparándolos con los grabados de Goya, el 3 de diciembre a las 13.30 h que coincidirá con la reunión del Patronato de la Fundación, al que asisitirán las autoridades pertenecientes al mismo.
Esta muestra, que pertenece a los fondos del Museo, está por primera vez en estas salas, aunque de forma parcial ya se expuso en Santiago de Compostela y en la Universidad de Cantabria, en la muestras de” Goya a Dalí “. En su totalidad se expuso por vez primera en las Salas de la Fundación Canal en Madrid en el 2010.
Salvador Dalí toma la estampa crítica, satírica y claramente comprometida en los Caprichos, las ochenta láminas que completaron la serie del inmortal aragonés son recreadas por el no menos genial Dalí, recrea el nombre de Goya en todas las estampas, reconociéndole de esta manera como inventor de todas las composiciones.
Para resaltar la importancia de la obra grabada que nos presenta Dalí, para “comprender “ el dibujo añadido”, hay que comprender la obra de Goya, así en 1796 el maestro aragonés elaboró una serie de dibujos a los que el propio artista denominó Sueños y de los que tuvo el propósito de título Idioma Universal. Entre estos dibujos fue muy afamado el conocido como “El Autor soñando sobre una mesa” que prestaría como imagen introductoria del resto de las composiciones con el fin de perpetuarse.
Ochenta fueron los dibujos que Goya eligió y ordenó para formar parte de la serie que conocemos como Los Caprichos y que fueron grabados en su mayoría al aguafuerte y al aguatinta consiguiendo efectos técnicos que nos se conseguían desde Rembrandt, hay que destacar el trabajo del aguafuerte con un concepto de la línea amplia, trabajada con magistral libertad, se desenvuelve ligera sin obstáculos. El buril y la punta seca las utilizará para los detalles, el aguatinta para las sombras y fondos.
En 1799 salió a la luz esta serie de asuntos caprichosos en donde la caricatura es fiel reflejo de una sociedad enfermiza a través de la cual Goya nos expresa su particular y decepcionada visión del mundo .
Dalí retoma y recrea, dibuja en el dibujo, en estos ochenta Caprichos no solamente pone color a las líneas entintadas, sino que consigue , a través del heliograbado, la imagen propuesta por Goya y sobre ella actúa su imaginación fantástica dando salida a otros Caprichos que, en su resultado, vienen a ser tan originales y desprender tanta vida como aquellos del maestro aragonés.
La serie las abrió Goya con su retrato, aspecto que Dalí respeta añadiendo algunas imágenes que, en su rareza, nos hablan de lo extraño del inframundo.
En los Caprichos el mote o lema se dispone bajo la imagen y supone la síntesis semántica de lo representado. Dalí añade los dibujos de Goya los suyos propios, dibuja en el dibujo y a convertir la estampa en una recreación diferente cambia los motes o juega con sus palabras. Si Goya propone: Si amanece, nos vamos, Dalí señala; Si no amanece nos quedamos. Dalí respeta la fígura de Goya.En resumen, lo que vemos en las salas del museo de artes, mejor dicho lo que miramos, no es otra cosa sino sueños sobre otros sueños olvidados que, en negro sobre blanco, reposaban durmientes en el tiempo y que, el genio catalán, supo despertar para construir nuevamente, sueños en papel.
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